Bibliotecas universitarias

Concepto

La Biblioteca universitaria es un centro de recursos establecido, mantenido y administrado por una universidad, destinado a apoyar el aprendizaje, la docencia, la investigación y a todos aquellos aspectos relacionados con la gestión universitaria. Su misión principal es facilitar el acceso y la difusión de los recursos de información y colaborar en los procesos de creación del conocimiento, adaptando sus modelos de actuación a las nuevas necesidades que demanda la sociedad de la información.

Aunque se mantienen los elementos fundamentales de su actuación: el apoyo a los estudiantes y el fomento de la investigación, es preciso constatar la necesidad de transformar las Bibliotecas universitarias en Centros de Recursos para el Aprendizaje y la Investigación (CRAI), en los que además se realiza una función cultural y educativa acorde con el entorno en el que se desenvuelve.

Es difícil establecer una taxonomía que incluya todas las posibilidades que ofrece en la actualidad la biblioteca universitaria. Si nos atenemos a la estructura organizativa, podemos distinguir entre centros únicos y centralizados frente a otros múltiples y descentralizados con distintos grados de coordinación, en el que coexisten una biblioteca central, bibliotecas de centro y bibliotecas departamentales.

El papel tradicional de la biblioteca en general y, por ende, también de la universitaria, como un mero repositorio de libros y revistas está dejando paso a un nuevo modelo que implica tanto la nueva utilización de los espacios disponibles, la propia adquisición de los fondos que conforman la colección y las capacidades y habilidades del capital humano. En un interesantísimo informe publicado por el Education Advidsory Board en 2011 titulado Redefining the Academic Library: Managing the Migration to Digital Information Services, señala la necesidad de redefinir el papel de las Bibliotecas universitarias para acercarlas a las nuevas necesidades y retos propuestos.

Alguno de los elementos que conforman este nuevo modelo son:

  1. El tamaño de la colección deja de tener importancia, puesto que lo fundamental es garantizar el acceso y no la propiedad.
  2. Los indicadores clásicos (nº de préstamos, publicaciones seriadas, proceso técnico) no reflejan la realidad de impacto educativo de las bibliotecas, siendo necesario utilizar nuevos que inciden en los resultados del aprendizaje de los estudiantes, los índices de graduación, la productividad de la investigación de la facultad y el apoyo a la docencia
  3. Apuesta por el open access como vía de acceso a las publicaciones científicas por el alto coste de las revistas comerciales y el contexto de crisis
  4. Competencia con los buscadores de internet (Google, Wikipedia), convertidas en alternativas serias debido a que entre sus contenidos ofrecen colecciones de artículos, monografías y libros electrónicos.
  5. La disminución de la demanda de los servicios tradicionales, que implican una revisión del rol tanto de los bibliotecarios como de las bibliotecas, y un mayor acercamiento a los usuarios utilizando los nuevos instrumentos que nos proporciona la Biblioteca 2.0.
  6. Como consecuencia de lo anterior, los usuarios requieren un nuevo conjunto de servicios, enmarcados en un cambio de paradigma en el que las bibliotecas abandonan la obsesión por el mantenimiento de las colecciones para redefinir su papel de colaboradores con estudiantes, profesores e investigadores, así como dotar de espacios útiles no solo para el estudio sino también para la socialización

Por tanto, la definición de biblioteca universitaria debe incorporar los elementos que emanan de un contexto que no sólo supone un reto, sino también un abanico de nuevas oportunidades que determinan una actitud más abierta y flexible, capacidad de adaptación y un amplio catálogo de soluciones que impidan su relego a un papel secundario.

Análisis

La canónica y comúnmente aceptada definición de la American Library Association (ALA),  que considera a la biblioteca universitaria como un servicio establecido, mantenido y administrado por una universidad con el objetivo de cubrir las necesidades de información de sus estudiantes y servir de apoyo a los programas educativos y a la investigación de los integrantes de su comunidad científica, resiste a duras penas las nuevas necesidades que demanda la sociedad. Por ello, la XXI Asamblea Anual de  la Red de Bibliotecas Universitarias españolas (Rebiun), celebrada en Zaragoza en 2013, asume una definición más cercana con la realidad circundante: "La Biblioteca es un centro de recursos para el aprendizaje, la docencia y la investigación y las actividades relacionadas con el funcionamiento y la gestión de la Universidad /Institución en su conjunto. La biblioteca tiene como misión facilitar el acceso y la difusión de los recursos de información y colaborar en los procesos de creación del conocimiento a fin de contribuir a la consecución de los objetivos de la Universidad/Institución, realizando las actividades que esto implica de forma sostenible y socialmente responsable."

El desarrollo de las bibliotecas universitarias está condicionado por el avance de las nuevas tecnologías; la presencia del espacio de educación superior europea y los nuevos modelos de aprendizaje; y, por último, las propias demandas de unos usuarios que no se conforman con ser sujetos pasivos, y que requieren instrumentos y modelos que les hagan sentirse protagonistas.

La convergencia de los tres factores implica una redefinición global y profunda del papel que desempeñan las bibliotecas universitarias. De su capacidad de respuesta ante los riesgos que la amenazan (incremento de los costes en un contexto económico recesivo; crecimiento y afirmación de alternativas viables; disminución de los usos tradicionales y nuevas demandas de los usuarios) dependerá en buena medida su supervivencia. Pero en realidad no se trata de luchar contra el embate tecnológico, sino de utilizar las posibilidades que nos oferta para crecer y afirmarse. Debe hacer un esfuerzo por facilitar el acceso a la información, por ubicar al usuario en el centro de cualquier decisión o programa.

Los métodos tradicionales de enseñanza abren paso a una nueva percepción revolucionaria, en la que la incidencia de las TIC obliga al desarrollo de nuevas plataformas de aprendizaje que modifican sustancialmente los hábitos de actuación pedagógica (e-learning). Pero es que además, aparece un nuevo concepto teórico centrado en la adquisición de competencias informacionales, en procurar que los usuarios de las bibliotecas universitarias sean capaces de gestionar la información de forma independiente y autónoma.

La revisión del papel de las bibliotecas universitarias implica en primer lugar un apoyo institucional que garantice no sólo la aplicación sino también la permanencia de nuevas funcionalidades como respuesta al reto que propugna la sociedad de la comunicación; en segundo lugar, la seducción del personal bibliotecario doblegando el miedo al cambio, la sensación de vértigo ante la confluencia de retos y oportunidades que presenta la situación actual; y en tercer lugar, implementar una serie de actuaciones dirigidas a satisfacer al usuario/cliente: socialización y nueva visión de los espacios, desarrollo de programas y cursos dirigidas a la adquisición de competencias informacionales, definición del papel del bibliotecario embebido en los proyectos de investigación de la comunidad universitaria, apuesta clara por la cooperación como fórmula de fortalecimiento de los servicios de información y la promoción del Acceso Abierto.

Implicaciones

Implicaciones

Es evidentemente necesario e indispensable establecer un nuevo marco de actuación de las bibliotecas universitarias que, sin desdeñar ni obviar sus funciones tradicionales, las adapte o module para afrontar con garantías los nuevos retos.

Referencias

Anglada, Lluis (2012). Bibliotecas universitarias: cabalgando la tecnología, siguiendo al usuario [En línea]. El Profesional de la Información, 21, 6. Obtenido el 22 de marzo de 2014 desde http://www.elprofesionaldelainformacion.com/contenidos/2012/noviembre/01.html

Domínguez Aroca, Mª Isabel (2005). La biblioteca universitaria ante el nuevo modelo de aprendizaje: docentes y bibliotecarios, aprendamos juntos porque trabajamos juntos. RED. Revista de Educación a Distancia, número monográfico II. Obtenido el 22 de marzo de 2014 desde http://www.um.es/ead/red/M4/dominguez9.pdf

González Guitián, Mª Virgina, Maricela Molina Piñeiro (2008). Las bibliotecas universitarias: breve aproximación a sus nuevos escenarios y retos. Acimed, 18, 2. Obtenido el 22 de marzo de 2014 desde http://scielo.sld.cu/pdf/aci/v18n2/aci02808.pdf

REBIUN (Red de Bibliotecas Universitarias) (2013). Declaración y conclusiones de la Asamblea Anual, Zaragoza. Obtenido el 22 de marzo de 2014 desde http://www.rebiun.org/documentos/Documents/XXI_Asamblea_REBIUN/XXI_Asamblea_REBIUN_Zaragoza_Conclusiones_2013.pdf

Torres Santo Domingo, Marta. (2005)La función social de las bibliotecas universitarias. Boletín de la Sociedad Andaluza de Bibliotecarios, 80, 43-70. Obtenido el 22 de marzo de 2014 desde https://pendientedemigracion.ucm.es/BUCM/biblioteca/doc6236.pdf

University Leadership Council. (2011). Redefining the academic library. Managing: the migration to digital information services. The Advisory Board Company, Washington. Obtenido el 22 de marzo de 2014 desde http://www.uab.edu/library/images/documents/redefining-the-academic-library.pdf

Fecha de ultima modificación: 2014-03-24